- El riesgo cardiovascular aumenta con la edad
- Otros factores de riesgo son hipercolesterolemia, hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes mellitus, obesidad o sedentarismo
- “No podemos transmitir tranquilidad a una persona que practica deporte periódicamente y mantiene un peso óptimo pero que, por el contrario, fuma y no sigue un patrón alimentario recomendable”, comenta el doctor Jose Luis Díaz, miembro de la Sociedade Galega de Medicina Interna
A Coruña, 14 de marzo de 2023- El doctor Jose Luis Díaz es médico internista en el Complexo Universitario Hospitalario de A Coruña y miembro de la Sociedade Galega de Medicina Interna (SOGAMI).
Con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular el 14 de marzo, recuerda que “las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. En España, según últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el 26,4% de las defunciones en el año 2021 se debieron a enfermedades del sistema circulatorio”.
Ese término agrupa a enfermedades isquémicas del corazón (angina de pecho e infarto agudo de miocardio), enfermedades cerebrovasculares (ictus) y arteriopatía periférica (enfermedad de la circulación arterial generalmente de extremidades inferiores).
“El riesgo de aparición de tales trastornos (riesgo cardiovascular) está directa y estrechamente relacionado con la presencia de hipercolesterolemia, hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes mellitus, obesidad o sedentarismo, entre otros, considerados todos ellos como factores de riesgo cardiovascular”, recuerda el doctor.
El riesgo cardiovascular aumenta con la edad – no la podemos modificar – y lo hace de forma más acusada cuando aparecen a la vez varios de tales factores de riesgo cardiovascular. Por ello, es de vital importancia el control integral de todos esos factores de riesgo cardiovascular.
“No podemos transmitir tranquilidad, por ejemplo, a una persona que practica deporte periódicamente y mantiene un peso óptimo pero que, por el contrario, fuma y no sigue un patrón alimentario recomendable”, advierte el doctor Díaz.
Con ese enfoque y desde los poderes públicos, los medios de comunicación, las sociedades científicas y los profesionales de salud deben establecerse estrategias que promuevan la adopción de hábitos de vida saludables, orientados en este caso a la prevención cardiovascular. Y eso pasa por educar a la población en las ventajas de realizar actividad física de forma regular y seguir una dieta equilibrada rica en vegetales, legumbres y cereales integrales, sin azúcares refinados ni alimentos procesados.
También pasa por defender la eficacia y seguridad de las medidas farmacológicas y promover la adherencia a las mismas, cuando las estrategias previas no son suficientes para el control del riesgo cardiovascular.
“Los internistas, por nuestra visión global e integral de las personas, desde un punto de vista de la salud y la enfermedad, tenemos habilidades y una especial sensibilidad para el control de los factores de riesgo y la prevención cardiovascular , en la lucha contra esta pandemia -sí- que dura ya más de medio siglo”, concluye el médico internista.