11. PROBLEMAS MÉDICOS Y EVOLUCIÓN EN PACIENTES CON FRACTURA DE CADERA
Objetivos. Analizar las características clínicas de los pacientes ingresados por fractura de cadera que precisaron atención por parte del Servicio de Medicina Interna General tras interconsulta del Servicio de Traumatología.
Pacientes y métodos. Estudio prospectivo de la totalidad de los pacientes ingresados por fractura de cadera atendidos por el Servicio de Medicina Interna General tras interconsulta del Servicio de Traumatología desde el 1 de mayo de 1998 hasta el 31 de diciembre de 1999. Todos ellos se valoraron y se siguieron diariamente hasta su alta médica (curación, fallecimiento o estabilización del problema médico que motivó la consulta), alta hospitalaria o fallecimiento. Para su análisis se utilizó un protocolo previamente establecido que permitió recoger las principales variables clínicas y evolutivas. Como referencia se utilizaron la totalidad de los pacientes con fractura de cadera ingresados en nuestro Centro en el mismo periodo. En el análisis se utilizó el test Chicuadrado con la corrección de Yates en la comparación de variables cualitativas y el test de Student o el análisis de la varianza cuando se compararon dos o más variables cuantitativas respectivamente.
Resultados. En el periodo señalado ingresaron en nuestro Centro 354 pacientes con fractura de cadera realizándose interconsulta al Servicio de Medicina Interna General en 100 (28,2%) de ellos. El 46% eran varones, siendo la edad media global 81,4 ± 11,6 años. Los principales motivos de consulta fueron: disnea (32%), control de diabetes mellitus (10%), síndrome febril (8%), arritmia cardiaca (6%) y pluripatología (6%). El 24% recibió una sola visita y el 13% recibieron 10 o más visitas, siendo la media 4,65 ± 4,02 días de visita/paciente. Los diagnósticos médicos más frecuentes fueron: insuficiencia cardiaca (30%), infección respiratoria (26%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica descompensada (19%), diabetes mellitus (19%), arritmia cardiaca (14%), alteraciones electrolíticas/metabólicas (12%) y otros (38%). La estancia media hospitalaria en el grupo de estudio fue 31,5 ± 31,5 días comparado con la estancia media general por fractura de cadera en el mismo periodo que fue de 23,1 días. El 16% de los pacientes habían fallecido en el momento del alta médica, porcentaje que se elevó a 24% al final del ingreso hospitalario. Ambas cifras resultaron claramente superiores a la mortalidad global de las fracturas de cadera en el Servicio de Traumatología durante ese período de tiempo que fue 8,97%. Los factores asociados a una mayor mortalidad fueron: edad mayor de 90 años (p=0,04) y el mayor número de diagnósticos finales (p=0,05). Sin embargo no se demostró relación con el sexo, alguna enfermedad específica ni la demora en realizar la primera consulta.
Conclusiones. Los ingresos por fractura de cadera constituyen un grupo de pacientes habitualmente ancianos, con una elevada prevalencia de enfermedades crónicas subyacentes que se descompensan con facilidad durante el ingreso resultando una mortalidad extraordinariamente elevada. Todo ello condiciona una notable demanda de consultas médicas y gran número de visitas por paciente ya que habitualmente no es suficiente una valoración aislada sino que es preciso un seguimiento prolongado del paciente por parte del Servicio de Medicina Interna.